viernes, 8 de agosto de 2008

Comprar una vivienda por poderes

La compra de una vivienda por poderes es una fórmula de intermediación que suelen emplear algunos inversores en el sector inmobiliario. Suele darse en el caso de inmuebles antiguos, que se encuentran en malas condiciones y que necesitan una reforma integral. Habitualmente, los inversores que eligen está opción son reformistas, dado que es necesario acometer las mejoras en un plazo de tiempo reducido. El reformista negocia con el propietario y acuerda un precio que será el importe que deberá recibir el dueño en el momento de la venta. El reformista obtiene la exclusividad en cuanto a la venta de la vivienda aunque debe depositar un porcentaje en concepto de señal, que suele rondar el 10% del valor acordado. Además, se fija un plazo límite para la venta del inmueble, de tal manera que si el intermediario no es capaz de encontrar un comprador debe optar por una de las siguientes opciones: adquirir el inmueble o bien perder la cantidad dejada como depósito. Por el contrario, el reformista puede vender el inmueble al precio que estime oportuno.

Otra ventaja adicional que obtiene es el hecho de que no paga el impuesto de transmisiones patrimoniales, que es un 7% del precio de venta, si no que lo pagará el comprador.

En este tipo de operaciones, los reformistas suelen realizar un acondicionamiento con materiales de menor calidad dado que buscan maximizar su beneficio. Emplean, incluso a veces, remanentes de otras obras, para reducir costes, aunque a veces éstos no sean los más apropiados estéticamente hablando. Así que, para aquellos que estén buscando una vivienda que tengan en cuenta este detalle.

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